Cualquiera que tenga un negocio comprueba rápidamente que cada pequeño cambio puede suponer un gran gasto, o un ahorro. Si tu negocio es un ecommerce los envíos son un gasto obligatorio, y, por tanto, el embalaje, juega un papel fundamental. Un ahorro en los embalajes que se utilizan supondrá un importante beneficio para tu empresa.
En una tienda online un buen embalaje es muy importante, no solo para reducir las pérdidas y reclamaciones causadas por daños en la mercancía durante el transporte o almacenamiento, sino también porque es la primera imagen que el cliente tendrá de tu producto y de tu tienda online. Pero ¿cómo podemos conseguir un equilibrio entre un buen embalaje sin afectar demasiado a nuestro presupuesto?
1- Aprovecha descuentos por volumen: si tienes espacio disponible y puedes adelantar tu compra, es preferible que adquieras tus embalajes en grandes cantidades para ahorrar con precios escalados por volumen y ofertas puntuales. Sin embargo, somos conscientes de que esto no siempre es fácil, sobre todo en un ecommerce que empieza, por lo que encontrar un proveedor que te ofrezca también comprar embalajes en pequeñas cantidades y una entrega rápida también será una opción, así ahorrarás en costes de almacenaje. Según el momento en que tu ecommerce se encuentre valora una opción u otra.
2- Optimiza el número de formatos de embalaje: es tentador llenar nuestro almacén con montones de cajas y rellenos diferentes para cada producto (depende del negocio esto puede ser imprescindible), pero puede afectar notablemente a tu factura de embalajes e introducir complejidad en el proceso de envío y almacenamiento. Si utilizas un número reducido de formatos de embalaje para todos su productos, o bien, que se pueden adaptar a su tamaño como las cajas telescópicas o de altura variable, te permitirá ahorrar en tu compra de embalajes al tener mejores precios por volumen y, además, simplificar tu stock de almacenaje. Pero hay que tener en cuenta que esto puede generar otros costes, como más espacio a rellenar en tus paquetes para evitar movimiento de la mercancía, más costes de envío por su mayor peso o volumen, y una sensación por parte del cliente final de que el producto está excesivamente embalado. Por lo que en ocasiones, el adaptar el embalaje al tamaño y forma del producto, te permitirá ahorrar en los costes de envío.
Cada empresa tiene que valorar las diferentes alternativas atendiendo a sus necesidades y recursos. Y si tienes dudas, es importante contar con el asesoramiento de empresas especializadas que tienen una visión global de los formatos existentes en el mercado.
3- No te centres solo en las cajas: es verdad que cuando pensamos en envíos nos suele venir a la mente una caja, pero esa no es la única forma de enviar tus productos. Si tienes productos pequeños o blandos (ropa, por ejemplo), las bolsas acolchadas o con burbujas son otra opción a considerar.
4- Identifica correctamente tus envíos. Tan importante es etiquetar tus paquetes para evitar pérdidas de la mercancía, como indicar la fragilidad o las condiciones específicas de manipulación de tus envíos.
5- Utiliza embalajes de calidad. Escoger una mala calidad de embalajes, o embalajes que no son adecuados para el producto que se va a enviar, además de afectar directamente a la imagen que transmite tu empresa, puede acarrear problemas pues es fácil que los envíos sufran daños durante el transporte, con el consiguiente gasto añadido en reembolsos, devoluciones o compensaciones a clientes enfadados.
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