Seguridad y medioambiente: ¿es posible conjugar ambos valores en el embalaje de la nueva normalidad?

5 minutos de lectura 29 junio 2020

La industria del embalaje “ha demostrado ser un sector esencial e imprescindible para que el mundo siga funcionando” durante la emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2. Así lo afirma el salón Hispack de la Fira de Barcelona, que capitanea una campaña de reconocimiento bajo el hashtag #LaFuerzadelPackaging. Y es que el embalaje:

  • Ha sido crucial a la hora de garantizar la seguridad en el transporte de alimentos y productos farmacéuticos.
  • Ha hecho posible el incremento de las ventas online y de la entrega a domicilio, simplificando la preparación de pedidos.
  • Ha ayudado a reforzar la higiene en ámbitos como la hostelería y la restauración.

Sin embargo, protegerse del virus por medio del envasado, el embolsado y el empleo de artículos de un solo uso también tiene su cara B: un aumento en el consumo de plásticos que ha desplazado temporalmente a otras opciones de embalaje más sostenibles. Según registros de Ecoembes, el volumen de residuos depositados en el contenedor amarillo creció un 15% en las primeras semanas del estado de alarma. ¿Será factible cuidar de nuestra salud y, a la vez, del planeta en la nueva normalidad? ¿Qué papel debe desempeñar el embalaje? En RAJA® buscamos respuestas contigo.

Consumo de envases, embalajes y EPI durante la crisis del coronavirus

El repunte de la demanda de envases y embalajes por la pandemia se ha concentrado en los sectores de la alimentación, la farmacia y el comercio electrónico. Los consumidores han apostado en mayor medida por los productos envasados (incluidos los frescos, frutas, verduras y pan) y por hacer más compras desde casa, ya sea por teléfono o vía online, lo que ha hecho ganar protagonismo al embalaje para e-commerce.

Por otra parte, supermercados y establecimientos de delivery y comida para llevar han tenido que invertir, además de en packaging, en la seguridad de sus clientes y empleados, dotándoles de productos de protección frente a la COVID-19.

Estos equipos de protección individual (EPI) y colectiva son, precisamente y en gran parte, los responsables de que se haya disparado la generación de residuos plásticos. Muchos de ellos, como las mascarillas y guantes, son de usar y tirar; y otros, como las gafas, las viseras faciales o los paneles de plexiglás, no tendrán más recorrido cuando se declare el fin de la pandemia. El problema se agrava porque, con el fin de evitar la propagación del virus, es preciso desecharlos al margen de los circuitos de reciclaje. Por ello, uno de los grandes retos mundiales a corto plazo será gestionar correctamente la eliminación de estos materiales.

Uso de equipos de protección desechables frente a la COVID-19 en el supermercado

El papel del ‘packaging’ y los artículos de un solo uso en la desescalada

Si el embalaje y los envases han sido claves durante la fase crítica de la lucha contra el coronavirus, no lo serán menos durante la desescalada y la nueva normalidad. Una encuesta de Nielsen señala que los hábitos de compra online han llegado para quedarse: un 24% de los preguntados señala que continuará adquiriendo alimentos frescos a través de Internet, mientras que un 26% hará lo mismo con la comida envasada, y un 27%, con las bebidas.

Entre tanto, en una mesa redonda virtual organizada por Ainia con representantes de tres gigantes del gran consumo (Mercadona, Consum e IKEA) se constata que los ciudadanos han encontrado en el packaging y en el plástico un plus de seguridad añadido frente a la COVID-19. Los retailers subrayan la utilidad de estas soluciones de envasado durante la epidemia, y opinan que esta tendencia es un “paso atrás necesario” en términos medioambientales. Pero apuntan que la búsqueda de soluciones alternativas, así como la promoción del reciclaje y la economía circular, seguirán siendo prioritarias en su agenda.

En esta misma línea, el Ministerio para la Transición Ecológica está trabajando en un anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados que prevé, entre otras medidas, prohibir la comercialización de platos, vasos, cubiertos y pajitas de un solo uso a partir de julio de 2021.

Principios para un embalaje sostenible y seguro en la nueva normalidad

A nivel práctico, ¿qué puedes hacer para compatibilizar la prevención de la COVID-19 con el respeto al medioambiente en la selección de embalajes para tu negocio? En RAJA® te damos tres ideas:

Embalaje EcoResponsable: bolsa de basura de plástico regenerado
  1. Un embalaje reutilizable o retornable no tiene por qué ser menos seguro que uno desechable. Basta con someterlo a un adecuado proceso de limpieza y desinfección con los viricidas autorizados por el Gobierno. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) no insta, por ejemplo, a sustituir las bolsas reutilizables por otras de un solo uso a la hora de hacer la compra; lo que aconseja es lavarlas después de cada uso.
  2. No hay que confundir protección anticoronavirus con exceso de embalaje. El packaging debe tener el formato y el tamaño justos para la mercancía que albergue: no por meter una caja dentro de otra o superponer capas de distintos materiales, con el desperdicio que eso supone, viajará el producto más seguro.
  3. Los embalajes EcoResponsables de RAJA®, elaborados con materias primas recicladas y/o reciclables, son la mejor solución para conseguir un packaging de calidad, ecológico y resistente, ¡ahora y siempre!

¡No pierdas de vista las 5-R del embalaje! Con RAJA® no tendrás que elegir entre la satisfacción de tus clientes y tu conciencia verde. Visita nuestra tienda online o llámanos y ¡equipa tu almacén con el packaging más resistente e innovador!

Soluciones de embalaje ecológico de Embalajes RAJA
Comentarios(2)
Leave a reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *





 

Categorías